Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.
Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo:
Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.
Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos a pelear nuestras batallas.
2º Crónicas 32: 5 al 8
1 comentario:
Hola Lucí!!!
Te quero amiga, no lo olvides!!!
EStoy leyendo tu blog, muy edificante sabes???
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